MKBHD, Panels, wallpapers y arte en lugares mundanos
¿Cuánto deberíamos pagar por algo que nos trae dicha, día a día?
No es ninguna novedad decir que el internet de la década del 2020 está caracterizado por la precarización de muchas cosas que siempre consideramos libres. Alrededor de la fecha en que estoy escribiendo esto, cierto dueño de cierta red social decidió modificar la función de bloqueo y poner la original tras una suscripción.
Ciertas cosas siguen siendo tan accesibles como siempre, sin embargo. Salvando algunas páginas concretas, la mayoría de la web está a dos clicks de dejarte descargar cualquier imagen que veas en tu pantalla. Incluso esas páginas más complicadas solo requieren un poco más de conocimiento.
En esta clase de libertad, no es extraño ver a gente usando arte sacado de infinidad de sitios en su día a día. Fotos de perfil, fondos de pantalla, adornos en banners, en canales de YouTube, en videos, en donde sea. Allí donde mires, podrás encontrar rápidamente una imagen que probablemente fue guardada de una búsqueda en Google o recomendada por un algoritmo, guardada, y posteriormente usada.
La mayoría de las veces, esto sucede sin consentimiento del autor, y resulta en poco o nulo crédito para el mismo. ¿Y alguna ganancia de ello? Ni hablar.
Eso dicho, hay una cultura cada vez mayor, especialmente entre gente que se dedica a crear contenido seriamente, de trabajar con artistas, licenciar su trabajo y comisionarles debidamente. Es una suerte de profesionalización de un área que comenzó como un hobby, pero progresivamente se vuelve más y más formal en cómo funcionan sus procedimientos.
Solo hace falta pasarse por VGen para ver a multitud de gente ofreciendo sus servicios, estableciendo venta de derechos comerciales, haciendo diseño, programación, rigging, ilustración, tantas cosas en servicio de suplir a un cliente con su material necesario.
Para las personas cotidianas, sin embargo, esta realidad es un poco menos aceptada. Sí, hay gente que gusta de comisionar artistas, especialmente en círculos como gamedev y juegos de rol. Pero la mayoría de la gente no ve la necesidad de pagar por su imagen de perfil, o su banner, o cualquiera de esas cosas.
Algunas usan sus propias fotos para esas cosas, por supuesto. ¿Y quienes no? Pues, lo que les guste, de donde sea. Una de las leyendas más comunes en publicaciones de artistas es “no usar sin mi permiso” por una buena razón.
Realmente, ¿hay mucho mal en usar una captura de un anime como foto de perfil? No lo creo así. Pero hay quienes extenden esa misma cortesía a cualquier arte relativo a esa serie, incluido hecho por fans y artistas independientes.
La misma lógica pronto es trasladada a… todo, verdaderamente. Un banner, arte para un video… … y, cómo no, wallpapers. Como imaginas, toda esta reflexión comienza con un evento en particular.
El 24 de Septiembre de 2024, Marques Brownlee publicó Panels, una aplicación para iOS y Android que permite a los usuarios descargar fondos de pantalla y usarlos. La gracia de la aplicación está en que el arte está seleccionado por Marques mismo, e incluye los wallpapers que aparecen en sus videos.
No suena mal, ¿verdad? Pues para descargar los wallpapers tienes que ver anuncios y, en ciertos casos, requiere una suscripción premium. Esa suscripción premium incluye una opción para pagar 50 dólares al año. La reacción del internet fue inmediata y, a mi parecer, reveladora.
Pero no hagamos oídos sordos, ¿bien? La app tiene problemas genuinos. Pide demasiados permisos de tu teléfono, tenía una política de uso de genIA poco clara, los datos estaban encriptados de una forma fácilmente vulnerable, y lo que a mí más me da pausa, el cut entre artista y la app es 50/50.
Comenzar diciendo que el pricing no me parece ninguna noticia particularmente interesante. Pagar alrededor de $5 dólares al mes por una app que me deja usar arte, tanto como quiera, en mi teléfono, y le da ese dinero a los artistas, a mí me parece bastante bueno, de hecho.
Sí considero que un cut 50/50 es bastante reprochable. Los centavos que el anuncio acarrea ya son escasos de por sí, después de todo. Creo que es un precio bastante elevado. Al mismo tiempo, no puedo evitar pensar la triste realidad. Estos artistas van a ganar más dinero gracias a Marques y su aplicación, y mucha más gente tendrá la chance de conocerlos. Al final, terminan ganando.
Digo que es triste porque, no debería depender de que un tipo venga y use su nombre para que puedan vender y cobrarles de paso la mitad del pago. Los artistas deberían poder ganar audiencia y vender sus productos libremente… pero eso no sucede y, el pushback lo pone en evidencia.
Un número incontable de personas decidió expresar con sorna que pagar por una aplicación de wallpapers es algo que solo haría un reverendo idiota. ¿Por qué pagar por algo que es gratis? Cuando puedo ir a Google y conseguir doscientos mil wallpapers sin problema alguno y sin pagar un dólar, o peso.
Seamos sinceros aquí. ¿Cuántos de esos wallpapers gratis le pagan algo a su autor? ¿Cuántas de esas páginas que los ofrecen siquiera acreditan a su autor? ¿Cuántas de esas páginas no están, en vez, plagadas de arte subido por terceras personas, sacado de otras fuentes, o fotomontajes improvisados de arte de distintas personas?
¿No hay una ironía allí? Todos tenemos un wallpaper. ¡Algunos tenemos dos o tres wallpapers, si incluimos teléfono, tablet y computadora! Otros tienen todavía más. Sin importar el tipo de dispositivo, sistema operativo o lugar del mundo, todo el mundo usa wallpapers.
Pero no puedes vivir haciendo wallpapers. No realmente. Puedes vender wallpapers, y alguna gente los comprará, pero tu audiencia debe venir por otra cosa o tus ganancias basarse en otro sitio. ¿Por qué? Pues, porque si todo lo que haces es wallpapers, la gran mayoría de la población hará click derecho → guardar apenas lo subas a redes sociales. El hecho de que esté comprimido, o que tengas una opción 4K en venta, a la gran mayoría de personas no les importa.
¿Por qué es esto importante, siquiera?
Tentado como estoy de ponerme a guitarrear sobre lo que es y significa el arte, pongámoslo así. El arte aumenta nuestra calidad de vida, pues puede inspirarnos, emocionarnos, y producirnos reacciones. Es una forma en que nuestra humanidad adorna el espacio, el tiempo, y nuestra existencia.
Una pared con un mural es más memorable que una pared sin un mural. Una guardería con dibujos divertidos será más entrañable para un niño que un sitio blanco y astético. Por supuesto, el arte también puede aburrirnos, o hacernos sentir mal. Pero el punto es que arte bien empleado, en un sitio recurrente, puede mejorar tu día a día.
Tener una imagen que te produce algo, que te inspira, que te emociona, que te significa, obviamente es mucho mejor que tener algo vacuo o deprimente. ¿Por qué escogerías ver algo que te deprime, todos los días?
El arte es algo humano, y mejora nuestra vida, y a la vez es un privilegio, requiere tener la comodidad para expresarse y las herramientas para ello. Cualquiera puede, pero no todos tienen los medios.
Por esto, tener algo valioso artísticamente solía ser algo caro: un mantel bordado, un techo pintado, una escultura, un retrato. Un humano tiene que poner tiempo, horas de esfuerzo, en hacer esto, que luego podría adornar tu día.
Bajo el riesgo de sonar como un ludita, es evidente que para muchas personas esa maravilla del arte, ese valor en la belleza, se ha ido diluyendo. Hoy puedes ver mil piezas artísticas en un día y no pensar demasiado en ninguna. Peor aún, algunas veces ni siquiera sabes si estás viendo algo hecho por un ser humano.
El arte… para mí, el arte es un derecho. Para mí todos deberíamos tener acceso, a poder disfrutar de las cosas que nos invitan a reflexionar, a sentir, y a explorar nuestra humanidad. Pero, la triste realidad es que vivimos en una sociedad donde necesitas dinero para vivir.
Siendo el caso, así como nosotros necesitamos un soporte, deberíamos apoyar a los artistas que hacen las cosas que vemos a diario. Reconocer que su arte impacta nuestras vidas, y es más que un montón de píxeles adornando nuestras pantallas.
Panels es una app con muchas fallas, y problemas. Y quisiera fuera mucho mejor. Pero, en todo el drama, lo que más me llegó fue la cantidad de gente que ve un wallpaper como una cosa que no vale, ni siquiera los cinco segundos de ver un anuncio.
Mientras intentamos transitar a un mundo más justo, más amable y más accesible para todos, intentemos no perder de vista que incluso lo que damos por sentado es fruto de la labor de alguien.